DEFINICIÓN DE ELONGACIÓN
La elongación es una acción simple
que por lo general no requiere demasiado esfuerzo y que tampoco sirve a la hora
de contar calorías gastadas. Esto es así ya que usualmente en la elongación no
se exige demasiado al músculo si no que simplemente se lo prepara para la
acción posterior, sea esta de cualquier tipo. Así, la elongación no debe
confundirse con la rutina de ejercicios porque como tal no sirve a fin
deportivo.
El principal objetivo de la
elongación es la de preparar y calentar el músculo para el posterior ejercicio.
Para comprender esto debemos partir del hecho de que los músculos están fríos
cuando uno está en reposo y llevarlos a una exigencia muy alta de repente y sin
trabajo o precalentamiento previo puede significar estiramientos, lesiones,
torceduras, dolores de todo tipo, algunos más profundos que otros. Al mismo
tiempo, la elongación siempre es recomendada también al finalizar la actividad
para que ninguno de los músculos utilizados en la misma quede en permanente
estado de tensión, pudiendo eso también generar complicaciones.
Dependiendo del tipo de actividad a
realizar, la elongación puede variar fácilmente. Por lo general se centra en
piernas y brazos, estirando y contrayendo los músculos que forman estos
miembros. En casos más específicos también se puede agregar elongación sobre
áreas como los tobillos, la cintura, los hombros y el cuello ya que estas
secciones siempre son requeridas y su falta de trabajo puede generar molestias
muy recurrentes y desfavorables para continuar con el ejercicio.
BENEFICIOS DE LA ELONGACIÓN
•
La Elongación amplía la movilidad corporal en su totalidad, pues se producen
cambios en las capas conjuntivas que forman los músculos y tendones.
•
Al producirse fricciones internas, la temperatura se eleva, disminuyendo así,
la viscosidad muscular.
• Mejora la
flexibilidad ampliando el rango articular.
• Posibilita
la liberación de tensiones, por lo tanto, se economiza energía en el
movimiento.
•
Se eliminan contracturas, que pueden gestar posturas nocivas, generadoras de
patologías o lesiones.
• Corrige
posturas asimétricas.
•
Favorece la circulación sanguínea y linfática, generando la reposición de líquidos
en tejidos.
• A nivel
del Sistema Nervioso, mejora el sentido de la coordinación.
• Aumenta la
conciencia corporal, activándose así, el uso de la mirada interna.
• Eleva el
umbral del dolor.
•
La elongación tiene incidencias fisiológicas, biomecánicas y psicológicas, por
lo tanto genera una mejor calidad de vida, dándonos la posibilidad de
habitarnos desde un lugar ampliamente confortable.
CLAVES PARA ELONGAR.
CÓMO MEJORAR LA FLEXIBILIDAD, EVITANDO LESIONES.
Los bailarines sabemos que la elongación de nuestros músculos es un
ejercicio primordial para poder movernos con la soltura y libertad que
deseamos. Pero no todos los cuerpos ni las posibilidades que tenemos son las
mismas, entonces ¿cómo nos podemos adaptar a las exigencias que el mundo de la
danza y nosotros mismos establecemos para lograr un buen desempeño?
Laura Winter, especialista en stretching, recorrió un largo camino hasta
llegar a crear su propio método. Como bailarina del Teatro San Martín tomó
clases de Jazz, Clásico, Contemporáneo y Graham, además de formarse con
profesores como Guadalupe Cejas (de Biomecánica) y Claudia Barreta. Todos sus
maestros manejaban una dinámica de piernas.
Fue atravesando el descanso por una lesión, que Laura comenzó a estudiar
y a descubrir las cosas que había realizado equivocadamente, para poder
evitarlas y transmitirles a sus alumnos una nueva forma de estirar los
músculos. “Mi método se basa en la salud. Se adapta a todas las personas y no
al revés, como ocurre en danza, en la cual uno tiene que acostumbrarse a lo que
ya está establecido. Acá se parte desde un lugar completamente diferente. Uno
considera al alumno y toma conciencia de que viene con una genética específica
que hay que respetar. Partiendo de la base de que somos todos distintos, el
método se adapta a cada ser humano, a cada estructura músculo-esquelética”,
explica Laura.
Con respecto a la implementación de esta forma de elongar en la clase,
nos cuenta: “Se va evaluando la reacción de las personas con distintos
ejercicios. Se realizan 45 minutos (e incluso una hora a veces) de trabajo de
estiramiento de columna vertebral: extensión, lateralidad y rotación. En la
segunda parte de la clase, nos dedicamos a trabajar las piernas y brazos. En la
medida en que la columna esté flexible y tenga tono se va a elongar mejor, y
por ende las piernas van a reaccionar mejor, ya que parten de la columna. En
danza esto se desconoce, y por eso suceden muchas de las lesiones que tenemos
los bailarines. No se le da importancia a la columna, y ella es el eje de las
palancas en los brazos y en las piernas. Si uno trabaja bien la columna, va a
poder hacer más cosas sin lastimarse. Es algo esencial”.
Por otro lado, la gimnasta rítmica Olga Aidarkina, que enseña Stretching
en estudios de danza como el de Olga Ferri y Margarita Fernández, indica que la
flexibilidad y fuerza logrados con la elongación son fundamentales para evitar
lesiones, así como también para engrandecer la paleta de movimiento:
“Últimamente se le da mucha relevancia a las condiciones de un bailarín, sobre
todo en el terreno de la flexibilidad, para que puedan realizar coreografías
cada vez más complejas. No hace falta aclarar que en un espectáculo de danza se
ve cómo los bailarines dominan los movimientos de su cuerpo y con qué facilidad
y amplitud lo logran. Precisamente la elongación ayuda a no tener ‘límites’, o
parecer que no los tenemos. La flexibilidad y fuerza de los músculos contribuyen
a mostrar toda una amplitud de movimientos que sería equivalente a la
posibilidad para un pintor de obtener todo el espectro de colores de su paleta.
Los músculos fuertes pero acortados se lastiman muchísimo más que los fuertes y
flexibles”.
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